VIDEO: Les dijeron que no viviría. Bebé milagro se libró del aborto y desafió a la ciencia

RENO, 10 Dic. 15 (ACI).- En la semana 23 de gestación, Michael y Angela Bakker, se enteraron con una ecografía que su pequeña Naomi Joy no estaba desarrollándose adecuadamente y ya no crecía en el útero materno.

Distintos médicos le dijeron a la pareja que la bebé moriría en cuestión de tiempo y al menos dos veces les propusieron el aborto como solución.

Les dijeron tenía menos del 1 por ciento de posibilidades de sobrevivir y si lo hacía, corría el riesgo de serias complicaciones como ceguera o sordera. Entonces los Bakker se refugiaron en su fe.

"Nos pusimos de rodillas, y suplicamos. Y dijimos que nos la llevaríamos sin importar como nos la diera. Si era ciega, o lo que sea, sólo queríamos a nuestra bebé", asegura Angela.

“No nos íbamos a deshacer de ella porque no era saludable”, dijo Angela, según recoge el sitio web LiveActionNews.org.

A las 25 semanas de gestación, una preeclampsia puso aún en mayor riesgo su vida y la de su madre. Así que el 1 de julio, vía cesárea, nació la pequeña Naomi.

Al nacer, Naomi tenía el tamaño de una bebé prematura de 19 semanas, y pesaba solo 364 gramos, casi cien gramos menos de lo mínimo habitualmente necesario para sobrevivir.

Podía caber en la palma de una mano. Naomi Joy nació con los ojos aún sellados y todos sus órganos subdesarrollados.

Pasó casi 5 meses internada en la unidad neonatal de cuidados intensivos, afrontando diversos desafíos, como dos operaciones por hernias y una enfermedad crónica pulmonar.

Naomi alcanzó muchos hitos en sus cinco meses internada. Abrió los ojos, llegó a pesar un kilo, respirar sin un ventilador, usar ropa de bebé y tomar un baño.

El 19 de noviembre finalmente partió a casa junto a sus padres.

Si bien continúan los desafíos, Michael y Angela se muestran confiados en el progreso continuo de su bebé y sobre todo en Dios.

“Ha sido todo una aventura y, hasta el momento, ha tenido un buen desenlace”, aseguró Angela.

“Estos bebés no tienen oportunidades porque los padres muchas veces terminan abortándolos”, lamentó, y reconoció que “no ha sido fácil. Ha sido difícil y desgarrador, y cada día te preguntas si tu bebé va a vivir”.

La madre de Naomi señaló que “los médicos pueden equivocarse”, y aconsejó “conseguir una tercera o cuarta opinión y saber que incluso entonces también pueden equivocarse”.

“Nosotros confiamos en los mejores médicos en el país pero también oramos mucho”, aseguró.

"El hecho de que los médicos sienten que está lo suficientemente bien como para volver a casa, es un milagro", aseguran sus padres.

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