Proyecto del aborto tiene “una frialdad que aterra”, denuncia Arzobispo chileno

SANTIAGO, 05 Jun. 17 / 06:13 pm (ACI).- Mons. Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción en el sur de Chile, expresó que el proyecto de ley de aborto “no debe ser aprobado porque es inhumano y, como lo demuestra el trato que le darán al sobreviviente de un aborto, de una frialdad que aterra”.

Alrededor de 100 artículos del proyecto de aborto se discuten en la Comisión de Salud del Senado de Chile y una vez aprobado, pasará a la Comisión de Constitución, más tarde a la Comisión de Hacienda y luego debería volver a la Cámara de Diputados, donde se originó el proyecto, para su revisión.

A través de una columna publicada en el diario El Mercurio, Mons. Chomali reflexionó acerca del artículo en el proyecto de ley de aborto que decía “en caso de sobrevivencia del nacido el médico deberá resguardar siempre la vida e integridad física y psíquica del niño”. En la última votación, este fue retirado.

“Si un ser humano que ha sido sacado a la fuerza del útero materno -con la intención de que no continúe su desarrollo y muera- sobrevive a tal acción brutal, el proyecto no contempla que el personal que está allí deba realizar, de manera clara y decidida, las medidas terapéuticas que corresponde para salvarlo”.

Creo que ello merece una explicación porque es aberrante”, exigió Mons Chomali y dijo que “no entregar cuidados terapéuticos adecuados a un paciente que lo requiere es dejarlo morir”.

“De aprobarse en esos términos, esta ley marcaría un punto de inflexión respecto del derecho que tiene todo ser humano a que se le respete su vida y también respecto del ethos de la medicina”.

Para quienes apoyan el aborto, “el ser humano en las etapas iniciales de su vida no vale nada, incluso fuera del útero, vivo y gravemente dañado. Tampoco vale nada, para quien, como sucede con el médico y el personal de salud, prometió nunca dañar y hacer el bien posible”, explicó.

El Arzobispo de Concepción también recordó que si hay un accidente de tránsito con lesionados o muertos, en Chile, el conductor tiene la obligación de “detener su marcha, prestar la ayuda que fuese posible y dar cuenta a cualquier funcionario de Carabineros”.

“Es decir, se reconoce un sentido de solidaridad entre los seres humanos, que tiene carácter de obligatoriedad, en el marco de las posibilidades reales que tenga quien debe prestar ayuda. La lógica que subyace -de sentido común además- es que el más débil requiere el cuidado de los demás”.

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