FOTOS: 250 mil fieles celebraron a la Virgen de Itatí en Argentina

BUENOS AIRES, 17 Jul. 17 / 08:17 pm (ACI).- Bajo el lema “Miraste con ojos de misericordia”, unos 250 mil fieles se reunieron para participar de las celebraciones por el 117º aniversario de la coronación pontificia de la imagen de Nuestra Señora de Itatí, en la provincia de Corrientes, Argentina.

La coronación pontificia de la Virgen de Itatí se celebra desde que el Papa León XIII en 1900 decidiera otorgarle ese honor a esta advocación mariana.

En esta fiesta llevada a cabo cada 16 de julio, se destaca el encuentro de argentinos y paraguayos que realizan procesiones náuticas sobre el río Paraná con dos imágenes de la Madre de Dios: la Virgen de Itatí (Argentina) y la Virgen de Caacupé (Paraguay).

Según datos de la policía local, la fiesta reunió alrededor de 200 mil personas en el pueblo y otros 60 mil peregrinos que llegaron a caballo y en bicicleta.

Las actividades comenzaron a las 00:00 horas del domingo 16 de julio con el saludo a Santa María de Itatí, con palabras y bendición del Arzobispo de Corrientes.

“Nos hemos alejado mucho de los pobres y necesitados: danos, Madre querida, la gracia de tener una mirada misericordiosa hacia ellos y tratarlos con amor y con gestos concretos de solidaridad, antes de que ellos tengan que pedirnos una ayuda”, pidió Mons. Andrés Stanovnik.

“Te damos gracias por aquellos jóvenes y adultos, entre ellos también hay funcionarios y empresarios, que se prodigan en favor de los que menos tienen, están cerca de ellos y colaboran para hacer que sus vidas sean más llevaderas”, agregó.

Más tarde, tras la emotiva procesión náutica donde la imagen de la Virgen se encontró con la de la Patrona de Paraguay, la Virgen de Caacupé, se dio lugar a la procesión por tierra hasta la Basílica de Nuestra Señora de Itatí.

Allí, Mons. Stanovnik presidió la Misa central, donde pidió a la Virgen “que nos ayudes a los argentinos a construir puentes de fraternidad entre todos”.

“Somos como una tierra árida llena de resentimientos, prejuicios y rencores, que clama por una lluvia mansa de perdón, de reconciliación, de verdad y de justicia”, dijo el Prelado

“Enséñanos, Madre, caminos de superación y reparación del tremendo daño que nos causaron, y aún causan, los continuos enfrentamientos y divisiones, en los que nos encontramos enredados. ¡Muéstranos a Jesús, Él es nuestra paz!”, rogó.

Asimismo, el Arzobispo de Corrientes recordó que “para sostener una respuesta generosa a Dios y al prójimo, necesitamos que nuestra mirada se encuentre con la tierna mirada de nuestra Madre”.

“Descubrirnos sus hijos y hermanos de Jesús, querernos un poco más y darnos cuenta de que lo único que realmente vale la pena en la vida es gastarla en bien de los otros”, concluyó Mons. Stanovnik.

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