¿Sabías que Vivaldi, autor de Las Cuatro Estaciones, era sacerdote?

ROMA, 08 Ago. 17 / 07:45 pm (ACI).- “Las Cuatro Estaciones” es una de las piezas de música clásica más famosas y ha sido utilizada como banda sonora de películas, comerciales, programas, entre otros. Lo que pocos saben es que el compositor de esta obra, el italiano Antonio Vivaldi, fue un sacerdote católico.

Para conocer más sobre la influencia de la vida sacerdotal de Vivaldi en su música, CNA -agencia en inglés del Grupo ACI- entrevistó a la investigadora británica Micky White, experta en todo lo relacionado al famoso compositor.

White ha publicado un libro titulado “Antonio Vivaldi: Una vida en documentos” y ha sido la consultora de la exposición “Viva Vivaldi: El misterio de las Cuatro Estaciones”, que fue inaugurada en mayo en el Museo Diocesano de Venecia (Italia), que permanecerá abierta hasta el 2018.

Para describir a Vivaldi, la investigadora dijo que “hay que pensar en el Papa, que representa a los sacerdotes, a las cosas espirituales; y también en Jimmy Hendrix, un espléndido guitarrista. Mézclalos y tendrás como resultado a Vivaldi”.

La experta señaló que el hecho de que Vivaldi fuera sacerdote y utilizara el estilo musical de la época en su obra son dos cosas que “la separan del resto” y que “son lo que hace que él se destaque sobre cualquiera. Bach no era sacerdote, tampoco Mozart ni Beethoven, pero sí Vivaldi”.

Antonio Lucio Vivaldi nació en Venecia en 1678. Su padre era un violinista reconocido en esa época y le enseñó a tocar el instrumento.

Vivaldi comenzó a prepararse para ser sacerdote cuando tenía 15 años y fue ordenado a los 25. Poco después fue nombrado capellán y maestro de violín de un orfanato en Venecia llamado Pio Ospedale della Pietá.

En este lugar los niños aprendían un oficio y tenían que salir de allí cuando cumplían 15 años. Las niñas recibían una educación musical y las más talentosas se quedaban y se convertían en miembros del coro y la orquesta.

Vivaldi, conocido como “el sacerdote rojo” debido a su color de cabello, trabajó en ese orfanato de 1703 a 1715 y luego de 1723 a 1740. En este último periodo fue donde compuso algunas de sus obras más famosas.

Tras un año de haber sido ordenado sacerdote, Vivaldi solicitó una dispensa para dejar de celebrar Misa por problemas de salud, ya que desde su nacimiento sufría de un mal grave y desconocido, similar al asma. Todo lo que se conoce de su enfermedad es que en la carta que Vivaldi escribió para pedir la dispensa indicando que tenía “una opresión en el pecho”.

La investigadora Micky White indicó que “debe de haber sido muy duro para Vivaldi tener que dejar de celebrar la Misa. Tuvo que haber sido una decisión propia, una decisión de nadie más, y él renunció a un buen salario”.

Respecto a los rumores de que Vivaldi fue expulsado del sacerdocio o incluso excomulgado, White indicó que estos “son ignorantes y estúpidos” porque si uno se remite a los hechos, estos rumores “no han sido probados”.

También indicó que la suposición de que el compositor fue expulsado del orfanato en 1715 por abusar de una de las niñas del coro “no solo no es verdad, sino que es imposible”.

Al respecto, la especialista británica indicó que si esto hubiese ocurrido, Vivaldi no habría regresado a trabajar allí en 1723 y muchas de las niñas no se habrían quedado en el coro hasta los 70 u 80 años. Incluso el orfanato era supervisado por varios gobernadores y si estos se hubieran enterado de un abuso, Vivaldi habría sido expulsado de inmediato.

White indicó que cuando emprendió su investigación sobre Vivaldi y comenzó a contextualizar la información que había sobre él, “todo tuvo sentido”. También aclaró que “la investigación es un tema de hechos y no de opiniones ni de ideas”.

La salud frágil de Vivaldi no fue un impedimento para que siguiera componiendo e incluso llegó a recibir varios encargos de Italia y Europa, por lo que viajaba con frecuencia.

En 1722 se trasladó a Roma, donde fue invitado para tocar ante el Papa Benedicto XIII, y se quedó en la ciudad por tres años.

Durante su vida compuso unas 770 obras, entre las cuales hay óperas, conciertos para violín y orquesta, sonatas y música sacra. White afirmó que, en las obras de Vivaldi “la música sacra está en otro plano en comparación con todas las demás composiciones. Es el imperio de la composición que en sí viene de la fe".

Entre sus obras de música sacra figuran un Gloria, un Credo, un Stabat Mater, un Magnificat, un Dixit Dominus y un Laetatus sum, que Vivaldi compuso cuando tenía 13 años. Sin embargo, White señaló que durante los 38 años que estuvo trabajando en el orfanato “seguramente escribió Misas completas” pero, como muchas otras de sus obras, estas se han perdido.

En 1728 Vivaldi dedicó su composición “Opus 9” al emperador de Austria, Carlos VI, y el soberano quedó tan impresionado con su trabajo que le otorgó el título de Caballero, una medalla de oro y lo invitó a Viena, ciudad a la que se mudó el músico italiano en ese mismo año.

Sin embargo, el monarca falleció a los pocos años de la llegada de Vivaldi, por lo que el compositor se quedó sin conexiones con la realeza y sin ingresos. Empobrecido, murió en Viena a causa de una infección pulmonar a los 63 años en 1741.  

White afirmó que el mayor legado que de Vivaldi al mundo se reduce a una sola palabra: “música”. “La música sale de él, no sale de su cerebro, simplemente emana de él. Es como una catarata”, expresó.

La investigadora británica manifestó que “Vivaldi podría hacer un concierto de rock con facilidad y atraer a todo el mundo. Vivaldi está solo, es absolutamente único”.

Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en CNA.

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