SAO PAULO, 21 Sep. 17 / 05:02 pm (ACI).- Un juez en Brasil emitió un fallo que permitirá a los homosexuales recibir atención psicológica sobre la “orientación de su sexualidad” si así lo desean, algo que estaba restringido desde hacía varios años en el país sudamericano.
La decisión judicial generó polémica en las redes sociales y en los medios, con titulares como “Brasil autoriza tratar la homosexualidad como una enfermedad” o Autorizan “cura gay” en Brasil.
Lo cierto es que esto no es lo que ha decidido el juez Waldemar Cláudio de Carvalho y tampoco él considera que la homosexualidad sea una enfermedad.
De hecho, el juez señala, como lo hace la Organización Mundial de la Salud (OMS), que “la homosexualidad constituye una variación natural de la sexualidad humana, no pudiendo ser, por lo tanto, considerada como condición patológica”.
La decisión del juez del Distrito Federal fue emitida en relación a la acción popular presentada por la psicóloga Rozângela Alves Justino, cuestionando la Resolución 001/1990 del Consejo Federal de Psicología (CFP), que prohíbe a los psicólogos ofrecer terapia de reorientación sexual.
El artículo 3 de dicha resolución señala que “los psicólogos no ejercerán ninguna acción que favorezca la patologización de comportamientos o prácticas homoeróticas, ni adoptarán acciones coercitivas que tiendan a orientar a los homosexuales para tratamientos no solicitados”.
En su fallo, el juez precisa que el CFP no puede “privar al psicólogo de estudiar o atender a quienes voluntariamente vayan en busca de orientación sobre su sexualidad”.
El magistrado decidió conceder “en parte la medida cautelar para, sin suspender los efectos de la resolución, determinar al CFP que no la interprete de modo que impida a los psicólogos promover los estudios o la atención profesional, de forma reservada, pertinente, ni la (re) orientación sexual, garantizando la plena libertad científica”.
Lo que enseña la Iglesia sobre la homosexualidad
La enseñanza católica respecto de la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica; 2357, 2358 y 2359. En estos artículos la Iglesia enseña que:
Los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".
La homosexualidad, como tendencia es "objetivamente desordenada", que "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba".
Apoyado en la Sagrada Escritura "la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".
"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de septiembre de 2017
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