ROMA, 18 Oct. 17 / 09:55 am (ACI).- Tras casi una semana secuestrado por una banda criminal de musulmanes en Nigeria, el sacerdote italiano del Camino Neocatecumenal Maurizio Pallú ha sido liberado y se encuentra en buenas condiciones físicas.
Así lo comunicó él mismo en la noche del martes 17 de octubre con una llamada de teléfono a su madre, que reside en la ciudad italiana de Florencia.
A primer ahora del miércoles, el Vicariato de Roma confirmó también la noticia. “Damos gracias a la Providencia Divina que ha hecho posible que concluya un hecho que provocaba mucha preocupación. Damos gracias a todos los que han trabajado en su liberación, sobre todo con la oración”, indicaron.
El sacerdote pertenece al Camino Neocatecumenal, un carisma de la Iglesia que nació en Madrid, España, en los años 60 y rápidamente se extendió al resto del mundo. El P. Pallú se formó además en el Seminario diocesano misionero Redemptoris Mater de Roma, perteneciente a este movimiento eclesial.
El Camino Neocatecumenal, a través de su iniciador y responsable a nivel internacional, Kiko Argüello, expresó a ACI Prensa su “satisfacción por el buen desenlace del secuestro”.
Las negociaciones para la liberación han corrido a cargo del Ministerio Interior Italiano y el gobierno nigeriano quién pidió, nada más conocer el secuestro, que se evitasen las declaraciones públicas puesto que podían entorpecer las negociaciones.
El Portavoz del Vaticano, Greg Burke, publicó ese mismo día un tuit en el que explicaba que el Papa Francisco estaba informado del secuestro y rezaba por el sacerdote.
Finalmente, después de casi una semana de cautiverio, ha sido liberado y asegura desconocer si alguien ha pagado por su rescate, aunque cree que no fue así.
El secuestro ocurrió cuando el P. Pallú iba en auto de la ciudad de Calabar a Benin City para asistir en una celebración de los obispos por la nueva consagración de Nigeria a la Virgen María, acompañado de dos jóvenes.
Cuando atravesaban una parte de la selva, un grupo de personas salió de entre los árboles y comenzaron a disparar con ametralladoras. Después, les llevaron consigo y les retuvieron hasta el día de hoy.
No obstante, el sacerdote asegura que a él no le hicieron ningún daño, aunque a uno de los jóvenes le golpearon en la cabeza en repetidas ocasiones.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 13 de octubre de 2017
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