El pasado martes 11 de junio la Mesa por la Hospitalidad de la Iglesia en Madrid presentó un escrito al defensor del pueblo, Francisco Fernández Marugán, para denunciar “la improvisación y la absoluta descoordinación” de las administraciones públicas en la acogida de inmigrantes y refugiados que llegan “forzosamente a Madrid” y que no tienen “un lugar en el que ser dignamente acogidas”.
En ese documento presentado por la Mesa por la Hospitalidad, aseguró que es algo que afecta especialmente “a personas en situación de alta vulnerabilidad” como embarazadas, familias con bebés o niños, y personas con discapacidad.
Indicó que “se han visto literalmente en la calle, sin ser acogidos por ninguna administración” y por eso tanto centros pastorales como parroquiales de la Archidiócesis os han acogido de emergencia.
En el documento también subrayó que el número de personas que requiere de estos servicios “es manejable si se pone sincera voluntad política, humanitarismo y valores, y no se deja en el trastero la cultura de los derechos humanos y del humanismo cristiano de la que todos somos herederos”.
De esta manera, la Mesa por la Hospitalidad solicitó al defensor del pueblo que “en el uso de sus atribuciones” inste a la autoridades a dar una “respuesta programada, dotada de una intervención integral y con los recursos materiales y medios idóneos, como merecen las personas que arrastran una historia de vida repleta de tragedias y de enorme dolor”.
La Mesa por la Hospitalidad de la Iglesia en Madrid agrupa al Arzobispado, Cáritas Madrid, CONFER, Pueblos Unidos-SJM, Sercade-Capuchinos, Justicia y Paz Madrid y la Comunidad de Sant'Egidio Madrid. Nació en el año 2015 promovida por el Cardenal Carlos Osoro con el fin de abordar la situación de los refugiados y desplazados que llaman a las puertas de Europa y dar una respuesta conjunta y coordinada desde la Iglesia madrileña.
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